Los efectos derivados del boom de los precios internacionales de las materias primas, y de la intensificación de la entrada de capitales, remesas o ayuda internacional, en tanto sucesos exógenos que provocan un deterioro del tipo de cambio real y una reasignación de recursos potencialmente perjudicial a los sectores transables no beneficiados por el shock, ha generado una reedición de la literatura sobre la enfermedad holandesa. Es en este marco que aquí se estudia el caso de la economía uruguaya. Los resultados que se derivan tanto de la descripción de la sintomatología en Uruguay, como del análisis econométrico no permiten ser concluyentes acerca de que Uruguay efectivamente sufra la enfermedad holandesa, a pesar de que algunos síntomas están presentes.