Autores:
Paula Garda, Bibiana Lanzilotta, Rafael Mantero
Resumen
A partir del abandono de la política monetaria basada en bandas cambiarias deslizantes en julio de 2002, el BCU ha intentado conducirse progresivamente hacia un régimen de Objetivos de Inflación (OI). En la actualidad y teóricamente en el esquema de política monetaria aplicado por el BCU conviven metas intermedias e indicativas sobre los agregados monetarios, conjuntamente con un objetivo final de inflación. En este esquema por tanto, los agregados monetarios constituyen la principal herramienta de política monetaria, a través de la cual el BCU intenta cumplir con la meta final trazada (de inflación). Por otra parte, de forma menos explícita aunque frecuente, el BCU ha recurrido a la intervención en el mercado de cambios como una segunda herramienta de política para influir sobre la inflación.
En este contexto de transición a un novel régimen de OI en Uruguay, resulta de interés analizar en qué medida, el agregado monetario M1 configura un instrumento apropiado para conducir la política monetaria en Uruguay.
Con ese objetivo, el presente trabajo estudia la relación entre el M1 e inflación, es decir, entre esa herramienta y el objetivo final de la política monetaria en Uruguay. La metodología utilizada se basa a la formulación del modelo de demanda de dinero ligada a sus fundamentos, realizándose una evaluación del poder predictivo del mismo en un contexto pseudo-ex ante. Se realiza un análisis utilizando umbrales de inflación, para determinar en qué medida la demanda de dinero tuvo un comportamiento asimétrico de acuerdo al nivel de inflación y/o de devaluación prevaleciente. La metodología econométrica recurre al esquema metodológico de cointegración y las técnicas de análisis de cointegración con ajuste no lineal.
Los resultados de esta investigación corroboran la existencia de diversas trayectorias de la demanda de dinero de acuerdo a los umbrales de inflación y tipo de cambio estimados. En suma, el análisis efectuado permitió concluir que la relación entre agregados e inflación es asimétrica, no lineal, y particularmente sensible al entorno inflacionario. Esto último permite discutir la idoneidad del agregado monetario M1 como instrumento para conducir la política monetaria.
Agradecemos los comentarios y sugerencias de Nelson Noya y Adrián Fernández. La responsabilidad por los errores y omisiones que persistan es nuestra.