En ese contexto, la vulnerabilidad externa de Uruguay ha sido recurrentemente esgrimida por los analistas, señalando que en la actualidad el contexto internacional se está volviendo menos favorable para la suerte económica del Uruguay. El proceso de acomodo monetario de los Estados Unidos, la lenta recuperación económica global, la desaceleración del crecimiento de las economías emergentes, el desplome de muchos de los commodities alimentarios, el deterioro de las expectativas económicas en Brasil, así como las incertidumbres que plantea la institucionalidad macroeconómica argentina, son algunos de los fenómenos externos relevantes para el crecimiento del Uruguay en el mediano plazo. Sin embargo, nuestros modelos predictivos indican que en una situación aún menos auspiciosa que la esperada, la economía uruguaya registraría tasas de crecimiento positivas en 2015 y 2016.