AUTORES: Bibiana Lanzilotta, Cecilia Alonso y Federico Veneri
FINANCIADOR: Centro de Estudios Económicos de la Industria de la Construcción (CEEIC)
RESUMEN
La industria de la construcción en Uruguay explica una proporción relevante en PIB uruguayo (casi 10%) al tiempo que emplea a más de 123 mil personas y ejerce un efecto dinamizador en una variada gama de insumos que demanda el propio desarrollo de la actividad. Es un sector clave en el proceso de formación de capital de las economías ya que explica aproximadamente el 50% de la formación bruta de capital fijo, lo que permite el crecimiento sostenible a largo plazo (Zunino, 2016).
Dada su importancia, resulta relevante caracterizar y analizar la formación y evolución de las expectativas de los empresarios del sector. El seguimiento de las expectativas es un elemento clave para monitorear y caracterizar la coyuntura productiva del sector y prever cambios de fase de los ciclos de actividad tomar las acciones pertinentes tanto a nivel público como privado. Es así, que desde octubre de 2015, el Centro de Estudios de la Industria de la Construcción releva y publica las expectativas de las empresas del sector buscando monitorear su percepción sobre las principales variables económicas.
En el presente trabajo se buscó analizar la rica información contenida en el período
comprendido entre setiembre de 2015 y julio de 2017, en el cual este relevamiento ha estado activo. Esto se llevó a cabo mediante la utilización de datos de panel que reúnen los resultados de las Encuestas de Expectativas del Sector Construcción referentes a dicho período, que se analizan mediante los indicadores de clima y de balance (que se explican en el documento), así como mediante el estudio de las conexiones entre las respuestas. Cabe señalar que a nivel nacional y regional no existen trabajos similares que aborden la temática de expectativas para la industria de la construcción (si lo hay para la industria manufacturera o para el caso de los analistas), por lo que el presente trabajo busca aportar una primera evidencia en dicho sentido.
De los resultados obtenidos se pueden extraer las siguientes conclusiones. La primera refiere a que de las expectativas relavadas han mostrado un sesgo predominantemente negativo a lo largo de la existencia de la encuesta. En el caso de los indicadores referentes a la economía, las respuestas de las empresas indica se han situado en una zona que puede caracterizarse como “clima de caída”. El segundo resultado de interés es la identificación de un cambio de tendencia en el indicador de percepción actual del sector y de la economía a partir de la sexta edición (correspondiente Julio-Agosto 2016). Hasta allí, el balance de la perspectiva actual había mantenido una evolución negativa, es decir, el número de encuestados que tenía una visión pesimista sobre la situación actual iba en aumento. Luego de esa edición, se comienza a percibir un cambio y evolución favorable. Cabe señalar que el balance de percepciones actuales de la economía siempre ha
evolucionado por encima del referente al sector.