En agosto se observó una inflación interanual de 9,5%, manteniéndose estable con respecto al valor de julio (cayó en 0,03 pp.). El valor mensual se situó en 0,8%, por encima de nuestra proyección puntual y la mediana de expectativas recabadas por el BCU (ambas de 0,6%).
Se proyecta que la inflación alcance un máximo en el mes actual, para luego caer y oscilar en el entorno de 9,3% hasta diciembre. Luego registraría un aumento adicional en enero y mermaría a lo largo de 2023, cayendo por debajo de 9% recién alrededor de marzo. Para setiembre la proyección puntual de la inflación mensual se ubica en 0,63%, con una probabilidad de 50% de ubicarse entre 0,48% y 0,78%.
La corrección a la baja de las proyecciones a fin de año, pese al error de predicción positivo de agosto, se explica por: i) una moderación de las presiones internacionales algo más acelerada que la prevista; ii) la contribución de la baja de los precios de los combustibles en setiembre, estimada en 0,1%; y iii) una corrección a la baja de las expectativas para el tipo de cambio. En las proyecciones presentadas se asume que el tipo de cambio permanece estable por lo que resta del año, modificando su trayectoria hasta el momento (cuando cayó casi 9% desde enero).
Estos cambios en la proyección a fin de año muestran la alta sensibilidad de los resultados a transformaciones en el frente externo y cambiario, mencionada en el informe anterior y analizada con más detalle en nuestro Informe de Inflación de julio.
Las proyecciones de cinve han sido corregidas al alza para setiembre y octubre, habida cuenta del error de predicción, y a la baja desde noviembre hasta el cierre de 2023, debido a la baja de combustibles y el ajuste de expectativas respecto al tipo de cambio y el entorno internacional.