Se cierra el año con una inflación de 8,1%, acercando a la economía a su rango-meta. Tras un 2015 en el que el aumento generalizado del nivel de precios no cedió y cerró en 9,4%, las proyecciones para 2016 eran de una inflación que continuaría aumentando. Sin embargo, a lo largo del año, el dólar no sufrió la depreciación esperada por el mercado, y las presiones por el lado de la demanda fueron suaves. Todo esto benefició a la contención de la inflación.