En el año 2002 Uruguay abandonó el plan de estabilización basado en bandas cambiarias que había guiado la política monetaria del país por más de una década. Este cambio supuso el pasaje a una novel situación de flotación del tipo de cambio y de redefinición de la política monetaria. Si bien de jure el régimen de flotación del tipo de cambio se mantiene hasta el día de hoy y existen señales de que un régimen de objetivo inflación se está poniendo en marcha, es importante evaluar la naturaleza de esa flotación. Es decir, determinar si de facto el régimen cambiario uruguayo es de flotación o no.
Con este fin se estiman modelos GARCH que permiten identificar aumentos en la volatilidad condicional del tipo de cambio pos crisis, lo que es un indicio de que efectivamente se está en un régimen de mayor flexibilidad. Adicionalmente, se estiman modelos Probit que buscan identificar los determinantes de la probabilidad de intervención del BCU en el mercado de cambio. Los resultados indican que las principales motivaciones han sido el cumplimiento de las metas de base monetaria e inflación y la disminución de la volatilidad del tipo de cambio. La hipótesis de que el objetivo de la intervención es evitar la apreciación del tipo de cambio, presenta evidencia mixta. Finalmente se estiman modelos GARCH y ARCH de Componentes para medir el impacto y eficacia de las intervenciones del BCU en el mercado de cambio. Los resultados indican que las intervenciones del BCU en el mercado de cambio han tenido efectos significativos tanto en el nivel como en la volatilidad del tipo de cambio desde 2003. La suma de la evidencia recogida hasta fines de 2005 indica que el régimen de facto ha sido uno que está próximo al de jure: flotación sucia.
Código de clasificación JEL: E52, F31, C22.
Palabras clave: política monetaria, regímenes cambiarios, función de reacción del banco central, intervenciones en el mercado de cambios, modelos ARCH, GARCH y Probit.