En el mes de enero, el crecimiento observado sobre el nivel de precios fue de 2,45%, guarismo estrechamente alineado con nuestra proyección puntual (2,5%). En términos interanuales, la inflación se ubicó en 9,68%, evidenciando un incremento de 0,25 p.p. respecto a la variación registrada al cierre de 2015 y representa el máximo valor observado desde febrero de 2014.
La elevada magnitud de la variación mensual no resulta sorpresiva, en tanto son habituales incrementos de mayor magnitud en el primer mes del año, debido a la reversión del programa UTE Premia, a los ajustes anuales de las tarifas de servicios públicos, y a los efectos por ajustes salariales. En este sentido, las tarifas de UTE mostraron un incremento de 35,6% en enero, siendo el 28,1% del mismo explicado por la reversión del premio anual del programa UTE Premia que se aplica en cada mes de diciembre. El resto se debe al aumento de tarifas que afectó casi de lleno en ese mes (5,9% del 9,85% estipulado). Por su parte, las tarifas de ANTEL evidenciaron un incremento global de 6,5%, concentrado mayoritariamente en los servicios de internet, con reducido impacto sobre el IPC. Adicionalmente, se pautaron aumentos de 7,16% y 3,77% para los servicios de telefonía fija y celular respectivamente. A su vez, las tarifas de OSE aumentaron 9,2%. Globalmente los ajustes efectuados sobre las tarifas públicas explicaron 0,43 p.p. del crecimiento total de precios del mes de enero.
La principal innovación estuvo asociada al importante ritmo depreciatorio observado desde comienzos de febrero, lo que llevó no sólo a la corrección del valor esperado de la divisa para el mes de febrero sino también del ritmo depreciatorio previsto para 2016. Para 2017 se mantuvo la dinámica previamente esperada en la paridad peso/dólar. En este marco, nuestros modelos predictivos estiman que al cierre de 2016 el IPC se ubicará en 9,8%, siendo 9,3% la cifra esperada para el cierre de 2017.