Llegado el 2017, es usual realizar un balance de los acontecimientos del 2016 y especificar cuales son los mayores desafios del nuevo año.
El 2016 fue un año marcado por la incertidumbre y los potenciales riesgos provenientes del entorno regional e internacional. De esta forma, el año comenzó con expectativas de muy bajo crecimiento, esperándose una suba significativa del dólar, con inflación cercana al 10% y potenciales pérdidas en relación a la calificación de riesgo país. Sin embargo, el país mostró un desempeño mejor al esperado: El PIB creció más que lo previsto en los primeros tres trimestres del año, el gobierno logró mejores resultados fiscales que los que se propuso en la última rendición de cuentas, y la inflación fue inferior a la esperada. A pesar de esto, el contexto internacional continúa siendo incierto y poco favorable, y en el plano local, aún queda un camino por recorrer en materia de ordenamiento fiscal, control de la inflación y estabilización del mercado laboral.
En el siguiente informe se procede a profundizar en los aspectos detallados previamente, cuya evolución a lo largo de 2016 ha sido clave para determinar el panorama actual y las previsiones para el futuro cercano.