La evolución reciente del mercado laboral se ha destacado por sus bajas tasas de desempleo y altos niveles de empleo. La trayectoria de los salarios, tanto nominales como reales, evidencia el dinamismo del nivel de actividad y los buenos indicadores del mercado laboral. Durante 2011 el Índice de Salarios Reales creció 4,1% respecto a 2010.
El aumento del poder adquisitivo de los trabajadores ha permitido, en los últimos años, dinamizar la demanda interna a través del elevado gasto en consumo de los hogares. A su vez, este elevado gasto sería uno de los principales factores para explicar las presiones inflacionarias actuales y el sistemático incumplimiento de la meta inflacionaria desde fines de 2010.