«¿Qué sabemos y qué nos gustaría saber sobre la economía de la innovación y el emprendimiento?
por Diego Aboal, Roberto Álvarez , Matteo Grazzi
Ya no es novedad que existe un consenso en la teoría económica, así como abundante evidencia, sobre el rol central de la innovación y el emprendimiento en el crecimiento económico. Las empresas y emprendimientos innovadores mejoran la productividad y competitividad de un país, promoviendo ganancias de eficiencia y reasignación de recursos de empresas de baja a alta productividad. Y los aumentos de productividad se traducen en mejores salarios y mayores niveles de bienestar de la población. Tampoco es algo nuevo que los países de América Latina, a pesar de algunos avances, muestran un desempeño poco satisfactorio en términos de innovación, en comparación con otras regiones.
Lo que sí es algo nuevo es que en la última década -en parte gracias a la amplia difusión de instrumentos estadísticos como las encuestas de innovación- América Latina y el Caribe (ALC) ha visto un alto crecimiento en la producción de investigaciones y evidencia empírica que confirman la importancia de la innovación y el emprendimiento como motores del crecimiento, también en esta región. Esto ha llevado a muchos gobiernos a darles un énfasis en el marco de sus agendas de desarrollo.»