La inflación de mayo se ubicó en 0,49%, en línea con nuestra proyección puntual para el mes (0,51%) y la mediana de los analistas consultados por el BCU (0,5%). Con los datos observados al mes de mayo, se aprecia que el registro interanual de inflación continúa creciendo, aunque dentro de lo previsto. Asimismo, la inflación tendencial, medida a través de un indicador de exclusión (los componentes excluidos corresponden a la carne, frutas y verduras, tarifas públicas y bienes energéticos) fue de 0,54%, levemente por debajo de lo previsto (0,63%). En tanto, contrastando crecimientos interanuales, la inflación tendencial registró un leve descenso, pasando de 9,36% en abril a 9,22% en el mes de mayo.
Desde hace algunos meses la acelerada depreciación del peso uruguayo ha traído consigo presiones sobre el nivel de precios. Concomitantemente el mercado laboral empieza a mostrar signos de incipiente deterioro, sumándose a un enlentecimiento de la actividad económica en su conjunto. Por tanto, es esperable que en el mediano plazo las presiones sobre el sistema de precios en el Uruguay se originen cada vez más en la evolución de la moneda, y algo menos en las presiones de demanda y los costos laborales.Por esta razón, surge una pregunta de gran importancia: ¿qué tanto esperamos que se deprecie el peso uruguayo en términos reales en los próximos años? En este sentido, el análisis de la evolución el tipo de cambio real constituye una herramienta útil para aproximar una respuesta.