El 2012 será el décimo año consecutivo de crecimiento para la economía uruguaya, fenómeno no menor y que debe resaltarse, aún más si tenemos en cuenta el contexto de intertidumbre internacional que rige, en mayor o menor medida desde 2008. Dicho resultado es atribuible fundamentalmente a los componentes internos de la demanda, ya que el desempeño económico externo fue bastante menos favorable que en años pasados. Esto derivó en que la economía presente dos escenarios completamente diferentes: el primero, interno, que evidencia señales de recalentamiento, y el segundo, externo, que parece desacelerarse. El saldo final ha sido positivo, de crecimiento, aunque inferior a años pasados.