La inflación en octubre en Uruguay se situó en 1,0%, acumulando en los últimos 12 meses 7,9%, por encima de la meta del Banco Central del Uruguay (BCU), que se ubica entre 3 y 7%. La inflación anual se ha acelerado desde mediados de este año, interrumpiendo el significativo descenso que se observó desde mayo de 2020. El Banco ha anunciado un cambio en su meta para el año 2022 (el techo baja de 7 a 6%), con lo que el resultado de octubre genera mayor incertidumbre sobre su capacidad para alinear la inflación a las metas.
Para la Autoridad Monetaria, el factor que estaría contribuyendo a esta inflación “desalineada” sería principalmente un exceso de demanda, con lo que la receta “clásica” sugiere enfriar la economía vía política monetaria. El diagnóstico del BCU es, en nuestra opinión, incorrecto e incompleto.
El problema que tiene el BCU es que la herramienta monetaria es la única (relevante) a su disposición para emplear. Es como si el Banco sólo tuviera un martillo como herramienta, con lo cual todo problema comienza a parecerse a un clavo.