El dato de inflación de mayo determinó un incremento en los precios de 0,32% en línea con lo esperado, indicando un escenario de desaceleración en el ritmo de crecimiento de los precios. Esta desaceleración se produce a la luz de la consolidación de un escenario doméstico de menor actividad y un escenario externo que se mantuvo relativamente estable a pesar de la deflación importada desde Argentina. En esta línea, la inflación tendencial también señala la moderación en la evolución de los precios, aunque el mantenimiento de este componente en torno a 8,2% indica que su nivel sigue siendo elevado.