En Uruguay se observó una fuerte caída de la población en situación de pobreza e indigencia en la última década. Simultáneamente mejoró la distribución del ingreso, fundamentalmente desde el año 2008 cuando la desigualdad, medida a través del índice de Gini, comenzó un singular descenso.
El presente trabajo intenta explorar las causas de este último fenómeno poniendo el foco en las distintas fuentes de ingresos, caracterizándolas y estimando su aportación a la evolución de la desigualdad. Como veremos, la historia nos llevará al mercado de trabajo y a los rendimientos de la educación. Se presentarán algunas pistas para responder, entre otras, a las siguientes preguntas: ¿qué tiene que suceder con una determinada fuente de ingresos para que caiga la desigualdad?, ¿cuál ha sido el rol del gasto en asistencia social en la mejora de la distribución del ingreso?, ¿y el del mercado de trabajo?, ¿qué pasó con la concentración de los ingresos laborales?, ¿pasó algo con la prima salarial por educación?, ¿cómo se vincula esto último con la desigualdad?