En diciembre se observó una deflación mensual de -0,3%, producto (como es habitual en diciembre) de la aplicación de UTE Premia, y de deflaciones para algunos bienes elaborados (transables) y alimentos no elaborados, con una caída del tipo de cambio en buena parte del mes.
El año 2022 cerró con una inflación de 8,3%, similares a los niveles de comienzo de año, luego de alcanzar un pico en julio de 9,6%, evidenciando una trayectoria de “V” invertida. Los bienes no transables se incrementaron 9%, con un 60% de incidencia en la variación total.
Se prevé que la inflación mantenga una tendencia a la baja (en el cálculo 12 meses) hasta setiembre, con valores levemente superiores a 6%. Luego de esto repuntaría, cerrando el año próximo a 7,7%, produciendo, contrariamente a lo ocurrido en 2022, una figura en forma de “V”.
Para el año 2024 se proyecta una trayectoria más estable, consistente con precios internacionales sin grandes cambios, leve suba del dólar y recuperación salarial, cerrando la inflación algunas décimas por debajo de 2023.