La inflación de marzo fue 0,7%, en línea con nuestra proyección puntual (0,65%) y levemente por encima de la mediana de los pronósticos relevados por el BCU (0,6%). Así la inflación registró un pequeño aumento en la comparación interanual, pasando del 7,44% registrado en febrero al 7,55% de marzo. Por su parte las presiones sobre el TC iniciadas en marzo y que continuaron aún con mayor intensidad durante abril han provocado una corrección en nuestra proyección de TC para el cierre del año 2015 y 2016. La proyección actual indica que la paridad peso-dólar se encontrará a diciembre de 2015 en $28, mientras que al cierre de 2016 alcanzaría los $29,7.Por lo tanto, pese a que el dato de marzo se encontró estrechamente en línea con lo previsto, nuestros modelos de proyección indican la necesidad de corregir al alza nuestro pronóstico de inflación para 2015 de 8,5% a 8,8%, y realizar una leve corrección a la baja en 2016 de 8,3% a 8,2%.
Se analizan lo efectos esperados de la Ley de Inclusión Financiera sobre la inflación. Si bien es probable que no existan los incentivos suficientes (en materia de inflación) para justificar una prórroga del esquema de deducciones del IVA, observamos que la sola actualización de la incidencia del uso de los diversos medios de pago permitiría que la reversión parcial de los descuentos no afectara tan negativamente sobre la inflación. Esta consideración se torna aún más relevante en un contexto en que la situación inflacionaria aparenta cada vez más delicada.