El dato de inflación de agosto determinó un incremento mensual de 1,04%, en línea con nuestra proyección puntual. Este registro elevó la inflación interanual a 8,9% aunque, al igual que el mes pasado, esto debe ser tomado con cautela dado que aún se contempla el efecto del plan de ahorro energético de 2012. Al observar el componente tendencial, que excluye la energía eléctrica, entre otros rubros volátiles u administrados, el incremento mensual se ubicó en 0,94%, reduciendo levemente la inflación tendencial interanual que se ubicó en 8,2%. En este sentido, si bien la inflación global aumentó durante agosto, el registro tendencial se redujo moderadamente. De todas formas, el control de las presiones inflacionarias continúa siendo uno de los principales desafíos macroeconómicos, siendo la elevada y persistente inflación tendencial una clara señal de esto.
En los próximos días tendría lugar la reunión trimestral del COPOM con el objetivo de evaluar la marcha de la política monetaria desde la reinstauración de los agregados monetarios como instrumento de política. Si bien en anteriores ediciones hemos discutido sobre este cambio en el instrumento, su funcionamiento y efectividad, luego de algunos meses es relevante hacer algunos comentarios sobre sus efectos e implicancias. Por un lado la volatilidad de la tasa de interés, si bien era esperable al introducir el cambio de instrumento, parece ser demasiado elevada. En especial, la reciente alza, además de ser un reflejo del desajuste entre oferta y demanda de dinero, indicaría que el BCU intenta cumplir con su objetivo de crecimiento del M1 ampliado a setiembre (12,5%-13% en términos interanuales respecto al tercer trimestre del 2012) para generar cierta reputación.